28 de enero de 2004

Sonrisa, ráfaga, collar

Róbame el aliento sin pedirme permiso, ahora que estoy convencido de apostarlo todo al número ganador. Déjame susurrarte cada brizna del acorde que inventé para ti, mientras hojeas una revista sin páginas interiores. Dame algo de tu tiempo, porque el mío dura muy poco cada día. Y busca debajo de las sillas, por si encuentras las puntas de los lápices que rompo al dibujarte.

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