22 de noviembre de 2009
uno bajo cero
10 de noviembre de 2009
navegación silenciosa
Estarás ardiendo en cualquier esquina, como la mariposa que se enamoró de la cerilla, mientras yo despierto en el punto más alejado de ti y siento cómo me atraviesan las palabras adecuadas. Son demasiados intentos de fuga frustrados; y nos acostumbramos extrañamente a olvidar, caer y volver a levantarnos sin mirar con quién habíamos tropezado. Nunca nos salieron las cuentas, y cada vez que te acercabas yo me volvía hacia dentro. Un día me cansé de correr y decidí sentarme a contar las flores; tardaste tres semanas en darte cuenta de que no estaba a tu lado y volver. Ahora eres tú la que ha decidido cerrar todas las escotillas, apagar los motores y quedarte en silencio hasta que el enemigo se despiste y pase de largo. Mi corazón es un engranaje tan oxidado que se ha vuelto incapaz de bombear; el tuyo es un montón de cables que sólo se conectan entre sí. No sé qué ocurrirá con nosotros cuando llegue la primavera, pero tras el incendio no va a quedar piedra sobre piedra.