20 de enero de 2004

Credenciales de posesión... qué tontería

Este tiempo sin verte se transforma en el poema inacabado que alguien olvidó entre sus papeles. Los días no mueren con el atardecer, y la luna no sale cada noche para esconderse del sol. Las cosas más tontas vuelven a parecerme tontas, ya no tienen magia. Sin ti no hay más leña que la que arde, ni más ojos que los tuyos, ni más miel en mis labios, ni más sueños robados. Porque cuando te vas dejas un vacío que nada llena, y tu ausencia es más grande que todas las presencias. Pienso que nunca conoceré el lugar donde nace ese brillo con que miras salir los autobuses que te podrían llevar a otras ciudades, a otros mundos. No me vas a dejar comprobar si tu boca es suave a cualquier hora. A veces pienso que nunca me sufrirás; el camino es demasiado largo y tortuoso. Nunca sabré si soy dichoso, si maravilloso o si terrible. Será mejor así.

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