19 de marzo de 2006

prefiero

Entre tú y yo prefiero el silencio. Evitarnos esas palabras vacías, huecas, esa sensación de estar interpretando un papel amargo. Prefiero que nuestras miradas lo expresen todo, toda la nada que se levanta como un muro de piedra entre nosotros. Jugar a no vernos, a ignorarnos, es una solución tan válida como desnudar los cajones y eliminar cada capa de vida que hemos grabado sobre la piel del otro. Por eso no caigamos en la rutina del volver a empezar, no hagamos de esto más de lo que se merece. De lo que nos merecemos. Prefiero el frío y la espina que nos regalamos: es mejor para los dos no malgastar energías en regar una flor muerta.

8 de marzo de 2006

instrucciones para huir por debajo de la puerta sin necesidad de dar un sólo paso

Hace tiempo que dejaste de ser el ángel maldito que fumaba parsimoniosamente y se reía de los marineros que caían por la borda. Pero anoche la culpa y la soledad se escaparon del pueblo en el último autobús junto al hombre no paraba de llorar mientras se golpeaba la cabeza con las obras completas de Walt Whitman. La dependienta nos advirtió tres veces antes de salir de allí, vio nuestro destino escrito con astillas sobre una olla hirviendo. Ahora no nos queda ni tiempo ni dinero, y tú te has convertido en la trampa para incautos escondida dentro de una tarta de cumpleaños con un dos y un tres de cera. Ya prácticamente soy incapaz de reconocer nada de lo que alguna vez creí compartir contigo, ni siquiera esa afición por perder el control y arruinarlo todo justo cuando los números parecían cuadrar. La única salida posible es cambiar nuestros sueños por fichas de colores y dejarnos engañar por esa chica tan desagradable y sexy que golpea el cristal de la ventana con su anillo de diamantes y le vende mentiras y besos al soplón de la esquina. Aunque respires con toda la rabia que almacenas, la expulses, embotelles y etiquetes, no creas que es la forma más elegante de expiar tus pecados más agrios; seguramente para cuando te des cuenta habrás pasado de moda, serás sólo un producto caducado. Puedes exprimirme como si fuera un limón, pero al menos no trates de ofrecerle a nadie mi cabeza sobre una bandeja de plata.

5 de marzo de 2006

con nombre de canción

Casi una posibilidad, una ilusión atrapada al final de un pasillo a oscuras o tal vez encerrada entre los rizos de tu pelo. Magia que cae al suelo y vuelve a levantarse, como un boxeador tras la cuenta de protección, y tu sonrisa por todas partes, se celebra una fiesta en el interior del espejo y sólo tú y yo podemos vernos reflejados en él, uno frente al otro en el bucle infinito de las palabras encadenadas y el papel arrugado del periódico de este mismo día, quince años atrás. También ropa sobre el radiador, las baldosas de tu calle mientras bailas una música que nadie ha elegido y que nadie más escucha, el misterio que te empeñas en esconder una y otra vez jugando a que nada importa, a que el resto está incluido en el precio. Tan sólo un instante mantenido durante toda una noche, preguntándote cuánta felicidad te puedes permitir sentir en un segundo y alargar ese brillo hasta convertirlo en horas. Quiero vivir dos veces…