5 de abril de 2004

Dónde dibujar la línea

Tu facilidad para sonreír es el mejor antídoto contra las mordeduras que nos da la realidad desde sus rincones llenos de polvo. Abres los frascos de especias que guardo en la estantería más alta, recorres el pasillo mirándolo todo por primera vez, y esparces por el suelo del salón cajas de música y galletas rotas. Te quitas y te pones las gafas o juegas con la cinta de tu pelo para mantener las manos ocupadas. Me regalas una manta para las tardes frías y una respiración cuando lees por encima de mi hombro. Quiero grabar cada instante de vida que transformas sólo porque estás aquí, y yo estoy a tu lado. Es así de sencillo: estás aquí, y yo estoy a tu lado.

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