16 de abril de 2004

Caligrafía imposible y Jung

Borro las penas con tinta porteña, y recojo los pedazos sonriendo a golpe de 3 por 4. Mantengo conversaciones con las grietas de las paredes, y olvido recordar las noches de círculos concéntricos: hace tiempo descubrí la geometría escondida entre las páginas de tus libros. No nos piden el pasaporte para entrar en nuestro charco de lluvia, saben que somos ceniceros sin utilizar. Intercambio negativos de fotografías veladas con las hormigas de la escalera, imagino infiernos y huellas de pisadas en la nieve. Con un pedazo de tu ausencia tengo material para varios sueños, pero prefiero el tacto de tus mariposas en la frente. Puedes utilizar mi silencio como llavero, ahora que se descongelan las estatuas de tu plaza.

No hay comentarios: