6 de febrero de 2004

La luz ausente

Resuenan tambores de guerra en las calles desiertas de la ciudad de Praga. Desde la cama, en la otra esquina de tu mundo, te miro vestirte. Siento cómo la paloma se aleja volando. Tal vez mis errores de siempre han vuelto a jugar en mi contra, y las voces se rompen en el vacío de la pared mientras cierras tu maleta. Noche sin luna. Nada ha cambiado, y yo no soy tan fuerte ni tú tan débil: equivocamos los papeles antes de subir al escenario. Cogí lo que necesitaba de ti, pero tú construiste tu muro con arenas movedizas y ahora hemos quedado los dos atrapados. Sólo busco a alguien que me haga sangrar y respirar; la próxima vez no despilfarres tu amor de esta manera. Deja la ventana abierta al salir, que no quiero respirar mi culpa.

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