21 de enero de 2006
quizás
Estoy rebanando planes importantes como en las películas de serie B. Lleno un armario de furia y lo pinto a rayas de colores, luego lo cierro con un candado y tiro la llave al mar. Espero que la marea no la devuelva gastándome una broma pesada, no quiero que nadie consiga nunca abrir mis cajones. Gasto más relojes de arena de los que me puedo permitir en conseguir un bolsillo de tu abrigo negro, tú siempre demasiado ocupada, yo siempre demasiado transparente. Soy una urna de cristal, o ni tan siquiera eso, una urna de plástico que parece cristal. Lo peor no es lo de fuera: a través del plástico que parece cristal puedes ver que la urna está llena de madejas de hilo y lana que también pretenden ser lo que no son, ideas propias, bocetos de vida, peticiones de crédito. Al fondo de la urna hay dos muñecos de papel enlazados. Somos tú y yo. El 21 de enero. De 2046.
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1 comentario:
Ojalá.
Ojalá con eso bastara...
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