14 de mayo de 2004

How long does love stay green?

Tengo la cara pintada de blanco pero escribo con letras manchadas de rabia. Tú sin embargo me lanzas dos cables de hierro a traición, dos cuerdas de piano por la espalda. Tienes el don de dar voz a tu odio, toda ese resentimiento que has ido acumulando en tu caja de caudales durante meses; ahora me lo tiras a la cara. Para mí no hay más, siempre supe levantarme antes de que acabara la cuenta de diez, y después devolverte certificado un pedacito de infierno. No me debes nada, y afortunadamente yo a ti tampoco. Apenas tres minutos para que el rayo incendie las malas hierbas, una tarjeta de visita en tu buzón desvencijado. No te molestes en contestar, la carretera es ancha y mis pies veloces. Te enviaré una postal con mis señas cuando llegue a la parte de mundo en que no estás. Nunca una espina salió tan fácilmente.