Puede ser el instante inmediatamente anterior o inmediatamente posterior a ser disparado, una explosión de luz y después sientes como si la sangre que corre por tus venas se hubiera congelado hace tiempo y ya nada tiene más importancia, lo único que importa es que estás observando la película desde fuera mientras ruedas por el suelo y justo después la cámara centra su atención en cualquier otra parte. Y a medida que el humo se vuelve más denso piensas cuál de todas las infinitas permutaciones de palabras que una persona puede crear fue la que consiguió que ella sonriera, que se fijara en ti, aquella primera noche sobre la Tierra. Imaginas por un momento tener toda esa historia entre las manos: los recuerdos, los versos perdidos, las sensaciones inatrapables. Y qué hacer con las sombras y los retales, esa canción que intenta contrarrestar todo lo demás, rebotando con un sonido afilado y metálico en tus pulmones. Para qué atravesamos el desierto, si al otro lado sólo nos esperan un espejo desnudo y una taza vacía. Cada bifurcación nos empuja irremediablemente un poco más hacia una línea pintada en el suelo. Puede que sea la que estábamos buscando, pero en estos días te sientes como si todos los desvíos te llevaran a la casilla de inicio, y fueras el único jinete en el Gran Nacional.
2 comentarios:
Aún tengo una caja de tizas que te compré hace mucho y se escondió en la mudanza. Las buscaré. Quizás así puedas pintar líneas de colores y decidir adonde van exactamente.
Y por donde continúan.
¿Es una fija o lo más probable?
Sube post nuevo, sé buenito, siempre viene bien leer algo interesante un medio nublado sábado por la tarde.
Beeeeeeeeeeeeso
Publicar un comentario