No había oído hablar de ese grupo en mi vida, pero si eres tú la que sujeta el folio para que alguien haga la foto, tiene que merecer la pena, sin duda. Con la uña de tu pulgar pintada de rojo, no podía ser de otra manera, y esa lista interminable con nombres de canciones que nunca escuché… ¿Qué estaba haciendo yo en ese momento? Bueno, estaba algunas millas más al norte, en un arcén olvidado de la carretera más secundaria que puedas imaginar. En mitad de la noche, sin luces artificiales para ayudarme a encontrar el camino de vuelta tras otro concierto. Uno distinto, en el que al menos sí conocía las canciones. Saltando con los ojos cerrados, sin saber muy bien si hacia arriba o hacia abajo. Guiñándole el ojo al espejo del baño. Enterrando las yemas de los dedos en el fondo del bolsillo. Cerrando el corazón cuando el chico besa a la chica. Arrancando páginas de libros prohibidos y dejándolas morir cruelmente sobre el asfalto. Olvidando la palabra adecuada para huir. Inventando la frase perfecta para volver a arrancar el motor. Tratando de cerrar todas las puertas del submarino antes de empezar a abrir las ventanas.
5 comentarios:
cuando estas así, unas millas al norte, en medio de un arcén sin nombre, siempre es bueno tener una canción a la que agarrarse..
aunque sea una canción que no has oído nunca...
No es una experiencia gratificante el perderse en una carretera perdida, para descubrirte desarrollando una elipse que ha de llevarnos al mismo punto pero no en el mismo tiempo...
Dejémoslo; sencillamente guiémonos por las estrellas tratando de encontrar, si es que lo consideramos necesario, el camino de vuelta a casa.
Un saludo desde el Otro Lado.
A que ahora que te dejé el comentario que tenía pa hacerte en otro lugar don blogger me toma éste.
¿No te dije?
¡Una putada!, pero una putada mu conveniente en realidad, ja ja ja ja!
los conciertos...toda una perdición
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