14 de diciembre de 2007

electricidad estática

Desordenaban la lluvia pintándola de colores vivos, mientras daban una vuelta tras otra a la manzana. Los dos sonreían al aire y eran indestructibles. Antes no lo habían sido tanto. En otro momento, él había sido incapaz de finalizar una sola historia: todo cuanto tocaba se consumía como una vela ardiendo. Ella había deshecho demasiados relojes, como en esos cuadros de Dalí. Ninguno de ellos tenía demasiada esperanza en que las cosas fueran a ser muy diferentes en un futuro inmediato. Pero, por un momento, frente al escaparate, no importaba nada, nadie iba a echarles en cara su fea costumbre de no bajar los brazos, de sonreír al brillo de las balas. Habían tardado en descubrir que no podían volar; por más que lo intentaran, por más señales que buscasen; sólo conseguían estrellarse una y otra vez contra el suelo. Y cada vez el golpe había sido más fuerte, porque nunca aprendieron a encajar en las condiciones de presión y temperatura adecuadas. Pero las cuerdas no se tensan para siempre: afortunadamente, este baile sólo les pertenecía a ellos, y por nada del mundo se dejarían arrebatar ese brillo fugaz e instantáneo que emitían, como un guiño eléctrico. Una barrera de viento impedía que se acercaran un poco más, sólo lo necesario; pero cuando sonó la campana, todavía estaban en pie, dispuestos a soportar un último asalto. No quedaba otra opción, al menos mientras continuara lloviendo.

7 comentarios:

BLQ dijo...

la lucha y la constancia recogen frutos

bonito relato

Anónimo dijo...

¿Me parece a mi o este post suena a promesa de final feliz?

Al menos ya se lee pronombre en plural :)


Beeeeeeeeeeeeso

black panero dijo...

Hacés que se vea fácil escribir una historia, aunque en la practica, aun no se ni como comenzar una. Buenisimo tu blog, por aqui vendré mas seguido.

Elena -sin h- dijo...

Y en esta ciudad llueve de continuo.

Anónimo dijo...

esos relojes se siguen marchitando, pero la sensacion que deja es tan honda que llega a doler el pecho. Esa ráfaga de viento que los separa les aprieta la garganta y contiene una explosión que devastaría el planeta entero

Anónimo dijo...

¿Nos vas a contar "esa noche de Diciembre" antes de que se termine el mes?

Beeeeeeeeeeeeeeeso

Isabel dijo...

Gracias por lo inolitamente parecido a la vida de alguien a muchos kilometros de distancia de vos

Un abazo y feliz navidad