El problema es
volver del fin del mundo
sin una buena respuesta que darte,
no saber a quién olvidar primero,
ni si perdonar nos hace más débiles.
El conflicto
es la incapacidad para entender el movimiento de las mareas,
las migraciones de los pájaros
y los sedimentos en la cuenca del río.
El riesgo
es el otoño que llega con retraso,
los nudos imposibles de deshacer
los abrazos que se eternizan
y todas esas pavesas empiezan a convertirse
en esta fina lluvia que te moja despacio,
como alfileres diminutos sobre tu corazón.
8 comentarios:
El silencio es mi mejor don a este post...pues nada de lo que diga brillará al lado de tusd palabras.
Simplemente precioso y afilado...pues ha llegado al corazon.
Un saludo
"la incapacidad para entender el movimiento de las mareas"
Me asombra todo el post, pero esa frase en concreto hace que mi corazón se pierda un latido :)
Besos polares.
Cundo desapego y dsprendimiento no se dan la mano,
y ambos se niegan a recibir al olvido,
los recuerdos se vuelven mortificantes.
O poesía intensa,
si la escriben tus manos.
Cuando escribes en poesía eres diferente. Te entiendo diferente.
Volver sin una buena respuesta...no sabes como siento ese silencio una y otra vez...
pues a mi también :)
Nunca entendemos lo que duele...
¡No se te lee desde el año pasado hombre!
Qué este te cumpla todos tus deseos.
Beeeeeeeeeeeeeeso
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