10 de agosto de 2009

and it stoned me

La princesa por un día baila a metro y medio de distancia. Estamos solos en el bar, la luz es lo suficientemente tenue, y el camarero friega distraído un vaso mientras mira de reojo el espectáculo. Yo estoy sentado en un taburete junto a la barra y la última copa empieza a quedar demasiado lejos. Supongo que debo de tener una expresión ridícula, pero no deseo estar en ningún otro lugar. Venir a este sitio ha sido idea suya; mientras pagábamos el café me dijo simplemente “me apetece quedarme”. Yo en aquel momento no sabía muy bien a qué se refería, todavía no lo tengo del todo claro. Pero estaba preciosa con el pelo cayéndole sobre la cara de forma estudiada y casual, y llevaba las uñas de los pies pintadas a juego con sus ojos. Más tarde me contó que había tardado media mañana en hacerlo, y me sonrió, las manos extendidas sobre la mesa. Esa clase de cosas siempre me desarman, y ahora estando a su lado y mirándola mientras se mece me siento descender por un camino desconocido, sin tener muy claro qué voy a encontrar al otro lado. La princesa por un día se ha olvidado de todo lo demás y se limita a sentir la música como si fuera electricidad estática, la atraviesa y juega con su pelo. Por un instante parece volver a nuestro mundo, aterriza suave y me hace partícipe de la situación con un gesto. El tiempo es elástico y parece haberse detenido, ahora sólo necesito que la canción no termine nunca.

Supongo que me gustaría conocer el nombre de la princesa, poder compartir un segundo día a su lado. Tal vez llamarla por teléfono, ser consciente de que está ahí, cerca. Pero sé que los hechizos se deshacen como dibujos en la arena; así que disfrutaré del momento antes de que se evapore.

4 comentarios:

Grace en el País de Las Maravillas dijo...

Nombres, palabras, qué importan frente a "lo esencial"...

Grace en el País de Las Maravillas dijo...

...to my soul...

Estepa Grisa dijo...

La esencia no es vivir el momento como si fuese el último, si no como si fuese el primero.

Nancy Lust dijo...

sencillamente maravilloso..

una delicia tus letras