24 de septiembre de 2007

b.s.o.

Iba a decirte que hoy no soy capaz, que no tengo el sonido adecuado en la cabeza, pero siempre funcionas como combustible en forma de palabra, y aquí estoy, dándole vueltas al misterio de un trozo de madera y unas cuerdas, que con la tensión adecuada, son el arma más perfecta en determinados momentos. Y nada puede evitar que nos mojemos cuando las tormentas nos atrapan en un callejón; porque hay cierta clase de cosas que no nos piden permiso, pero sólo nosotros tenemos la habilidad suficiente para zafarnos de la rutina, para hacer desaparecer las nubes a base de conjuros misteriosos que muchos pronunciaron hace años, mucho antes de que tú y yo cruzáramos trayectorias frente a un mapa del metro. Por eso tengo un sonido para cada uno de tus momentos, para que nunca te falle la banda sonora ni creas que bajo tus pies sólo hay precipicio. Siempre hay un acorde escondido en tu sombra.

3 comentarios:

Elena -sin h- dijo...

Con la guitarra o con el piano? :)

Anónimo dijo...

Este post suena bonitoooooooooooooooooooooooooo!
Podrías colgarnos la canción que le estás haciendo ¿No?

Beeeeeeeeeeeeeeeeeeeso

Anónimo dijo...

...