10 de julio de 2007

the origin of love

Nos descubrimos por accidente, como casi todas las cosas importantes. Supongo que a veces te habrás arrepentido de aquel momento; yo te puedo asegurar que nunca me cansé de buscarte: a veces conseguía reconocerte, sin embargo, la mayoría de las veces me limitaba a perseguirte como un niño entre todas las estrellas que brillan en mi playa. Estoy convencido de que te habría encantado conocerla, pero tú tenías un concepto distinto de la felicidad, y nada de lo que nos rodeaba conseguía arrancarte esa espina que te pedía siempre ir un paso más lejos, preguntarte qué había detrás del horizonte. Te recuerdo diciendo “un día me iré y nunca me habrás conocido, nunca te habrás conocido”. Así que no tardaste en hacer las maletas y desvanecerte en la niebla, como en un truco de magia. Irte con la marea. De paso te llevaste cada rincón que había amueblado para ti; me dejaste hueco. Y nadie puede vivir hueco, no durante tanto tiempo. Así que volví a mirar al cielo, a intentar encontrarte allá arriba, guiñándome tu brillo; esperaba recibir algún día un soplo desde cualquiera de los mundos que pretendías conquistar. Y eras siempre tú, ahora lo sé, todas las veces fuiste tú. Pero el tiempo pasa, hoy todos los héroes están cansados, llevo tanto tiempo buscándote que estoy demasiado lejos de mi punto de partida y lo único que he descubierto es que no merece la pena. Ojalá hubiese llegado a esta conclusión un segundo después de que te fueras. Y sé que prefieres los abrazos a las palabras, aunque si te dieran a elegir te quedarías con las dos mitades del amor. Ninguna palabra mía es comparable a un abrazo, pero recuerda que te di todos los abrazos que tenía y ahora sólo me quedan las palabras.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Yo señor?
Sí, señor.
No, señor.
Pues entónces, ¿Quién lo tiene?

Joanaina dijo...

A veces las palabras, si son a medianoche y con un pie fuera de la cama, son mejores que cualquier otra cosa. (Volví a casa y me derrumbé. Ahora solo quiero volver otra vez a mi nido).

Anónimo dijo...

hola, he salido a dar un paseo por los alrededores del hotel de los escritores y fotográfos aficionados, en la búsqueda de amateurs y creo que tú lo eres...te invito a visitarlo y si te gusta reservar una habitación en el primer hotel virtual...el hotel más creativo del planeta
un saludo
marcosflexo
responsable de detalles y asuntos no menos importantes
AmateursHotel

amsha dijo...

Especial como siempre. Conmueve como todas las veces.1saludo

DémoNan dijo...

Si la dejas de buscar otro la encontrará, así que no desistas, ¿vale? Seguro que ella está esperando ser encontrada.

sb dijo...

es extraño pero al final casi siempre se acaba levantando y volviendo a caminar, a buscar otros brazos y a intentar sentir aquello que dejamos abandaonado en la playa... quizás sea un poco de supervivencia y un poco de saber mentirse... pero al final se sale... casi siempre

Anónimo dijo...

Vaya artistazo que eres.Tus palabras llevan magia.

Esther dijo...

Ohhh
La que se ha quedado sin palabras soy yo..hacía tiempo que no te leía..
Una pregunta...
¿Podría poner Tú dirección en mi blog,para que otros puedan leerte..? Es decir un enlace..
Está en la opción disfrutar un rato leyendo..
Espero tu respuesta, me gustaría mucho..
Un saludo.

Estepa Grisa dijo...

bello

Estepa Grisa dijo...

muy bello