19 de marzo de 2006

prefiero

Entre tú y yo prefiero el silencio. Evitarnos esas palabras vacías, huecas, esa sensación de estar interpretando un papel amargo. Prefiero que nuestras miradas lo expresen todo, toda la nada que se levanta como un muro de piedra entre nosotros. Jugar a no vernos, a ignorarnos, es una solución tan válida como desnudar los cajones y eliminar cada capa de vida que hemos grabado sobre la piel del otro. Por eso no caigamos en la rutina del volver a empezar, no hagamos de esto más de lo que se merece. De lo que nos merecemos. Prefiero el frío y la espina que nos regalamos: es mejor para los dos no malgastar energías en regar una flor muerta.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

A veces no estamos preparados para hablar. A veces no hay nada que decir. Pero los ojos regalan más de lo que pretenden muchas veces. Si los ojos sólo levantan un muro, mejor no intentar adornarlo con palabras.

Anónimo dijo...

Suelen coincidir tus palabras con mis inicios y finales.-

Anónimo dijo...

hubo un tiempo en que la palabra era todo y otro en que no alcazó para decir algo...

Anónimo dijo...

Hace unos días me hablaron del abismo de tus labios, fue la chica del ático, y al volver aquí te leo de otra forma, entiendo el no usar palabras y regar una flor muerta.

un abrazo lleno de consuelos.

yomismo dijo...

Qué texto más duro..., y qué objetivo, y qué real, me removió. Me ha gustado tu pequeño espacio en la blogosfera, me pasaré de tarde en tarde.