4 de diciembre de 2005
Street Spirit (Fade Out)
Muchas veces he tenido la sensación de hacer algo por última vez: la última vez que cruzo esta calle lloviendo, la última visita a domicilio sin avisar, el último amanecer rodeado de pronombres. Sin embargo, nunca sospeché que aquél iba a ser el último abrazo, la última caída libre para despresurizarnos. La próxima vez que te vea, que nos miremos a los ojos, será un después de. Tendrá sabor a sangre y el aspecto de una polaroid mal revelada, todo un malentendido de sentimientos entrecruzados, dos manos que se buscan a oscuras sin tocarse: ya no viviré más dentro del remolino que empieza y acaba en tu nuca. Un día abriré tu puerta y al otro lado no habrá nada, todo lo que ahora te nombra desaparecerá con la capacidad que tiene el viento para sacar la rutina de los bolsillos. Entonces te buscaré, recorreré cinco, siete vidas buscándote en otros abrigos, llamando a puertas que nunca se abrirán. Cuando esté a punto de darme por vencido, de dejarlo todo al lado del camino, descubriré que no puedo encontrarte fuera de tu espiral, y tendré que aprender a verlo todo a partir de nosotros, desde el punto siguiente a aquel pasillo. Desde la ventana en la que jugábamos a inventar los sueños que ahora son papeles mojados, promesas rotas, brasas y ceniza, ojos cerrados.
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