30 de noviembre de 2003

La huida hacia adelante

Lamente haberte dicho "te quiero" tan a la ligera. Recuerdo que sentí la necesidad de pronunciarlo una y otra vez, repetirlo hasta darme cuenta de que era mentira. Lamento haber pensado que buscabas lo mismo que yo. Lamento haber esperado seis días para aclararme y aclararte, pero no me atrevía a decir "no", no quise hacerte daño. Es curioso, no supe si te hería al decírtelo o al callármelo.
Y hoy, cuando el no arrepentirme de nada ha subido el peldaño que separa los buenos propósitos de las convicciones firmes, me doy cuenta de mi miedo al abandono, y de que aparto de mi lado a quien me ama antes de que pueda hacerme daño.

3 de noviembre de 2003

Soneto de despecho

No me vendas lo que no quiero ganar
no me cambies mi día a día por tu noche a noche
no me acuses con tramposos reproches
por hacer cosas que no pretendo borrar.
No es inevitable estar como estamos
ni soportar el sufrimiento porque sí,
el regalo es para ti y para mí
y está en nuestra mano el rechazarlo.
Por mi parte no queda nada,
no hay rencor, odio o pena.
No hay espina atravesada.
En cuanto al filo de tu melena
tal vez esté ya encaprichada
de otro actor, en otra escena.