Son sólo cuatro segundos. Nos separan como una línea invisible, un cable con el que el protagonista nunca tropieza porque lo ve justo a tiempo. En cambio nosotros nos enredamos y caemos una y otra vez, sabiendo que en ese mismo instante despertaremos. Abrazados. Y la sensación es similar a volver a ponerse en pie tras besar la lona: eres perfectamente consciente de que todo se acabará si permaneces tumbado, pero esa no es
Sonríeme desde el otro lado del precipicio. Sólo así seré capaz de atravesarlo de un salto.
9 comentarios:
antes del viaje esta la felicidad
la dicha
el recuerdo...
despues...
el deseo de lograr la dicha
la felicidad
y dejar de un salto, la soledad atras....
yo siempre me he rehuzado a caer a precipicios.
:)
Beeeeeeeeso
P.D.: No será la sonrisa que esperas pero es una.
ella siempre sonríe a aquel que decidió quedarse, ella sigue pensando en que la palabra abrazo es una forma de decir pronto, en cualquier punto del mapa... te espero.
Bis:
:D
P.D.:Porque fué un buen día.
Mira bajo tus pies y verás que no hay tal abismo.
Ni siquiera el de sus labios.
Quien no ha sentido ese desgarro en el corazon, y la impotencia por no saltar ese acantilado..
Me ha gustado...
"Aunque digan que no existe ,que son mis imaginaciones, pero en estos momentos...algo me falta"
Un beso
leerte...es... una segunda piel...
Tus palabras son el faro donde chocan todas las sonrisas...
gracias, Jesus.
a veces va bien tener un pequeño rincón propio que tenga esos adjetivos: pequeño y arrinconado.
en efecto, hoy los de letras estamos de luto.
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