28 de julio de 2008

real

Incapaces de dar marcha atrás, plenamente conscientes de nuestra fragilidad en el mismo centro del tornado que ninguno de los dos desató. Y sin miedo a la línea de meta, porque todo vuelve a comenzar con la inercia del último disparo, la bala en la recámara. Todas las canciones que me hablan de ti, de nosotros, los miedos que se transforman en incendios y la mecha de mi mala cabeza; luego siempre amanece en un abrazo parecido a tocar el piano a cuatro manos y ya no hay nada que temer mientras estés ahí cuando todo tiemble. Y el secreto escondido en las rutinas aparcadas en doble fila, en no necesitar galopar las nubes para sonreír, simplemente cambiar el acorde en el momento exacto para que la armonía no se rompa. Todas las palabras que he escrito pensando en ti, y las que se perdieron por aparecer cuando no debían, las que regalé a quienes las necesitaban más que yo y ese otro montón que me falta por recoger de la orilla de tu pelo largo. Los peldaños que separan el resto de la realidad de nuestro cielo particular. Los días y las noches, las jaulas de cristal abiertas y la luz entrando a través de la persiana de tu habitación. El diámetro de la circunferencia en la que guardo tus gestos aprendidos se vuelve una espiral cada mañana, y en ese instante no hay fe más firme que la que respiro pronunciándote real, tú en todos los rincones habitables.

4 comentarios:

Tormenta. dijo...

(Sonrisa) (pensativa)(triste, porque me acuerdo) y otra vez (sonrisa).. son los gestos de mi cara, al leer este post, que escribiste, en fin niño, como siempre.. ufff genial..

Besos sin prisas.

~Blackwings~ dijo...

...como recordar que kizas en la realidad se viven sueños.....

...kizas es de poca "alta mira" ...pero... me recordo cuando me enamore alguna vez =/

Estepa Grisa dijo...

me alegro :)

Elena -sin h- dijo...

(...)*

*el silencio pausado que se merece un texto como este