25 de abril de 2007

cinco formas distintas de pronunciar tu luz

Te desperezas sabiendo que por mucho que vacíes la mochila, hay cosas de las que ya nunca vas a poder desprenderte. Me miras y tiemblo un poco, tal vez porque sé que eres la única persona capaz de desmontar toda la estructura que me permite seguir mirando hacia delante con sólo parpadear y es forma de sonreír. Y en el fondo por eso estás aquí, porque sabes lo vulnerables que podemos llegar a ser si la cuerda se tensa demasiado y termina por romperse. Y también porque hay cosas en el universo que simplemente parecen encajar, como si toda la vida se detuviera por una fracción de segundo y ahí nos desprendiésemos tú y yo, dos desconocidos que por alguna extraña razón comparten manual de instrucciones. No hay nada que sea tan complejo ni tan permanente como para evitar que giremos, que mantengamos este imposible equilibrio de los desencuentros de carrusel.

2 comentarios:

Elena -sin h- dijo...

Tengo una lámpara de carrusel que me cuenta las cinco formas distintas de la sonrisa sincera. Las formas de anudarme a la piel para no tropezar cuando me encuentro con los toboganes. Y ni todo el salitre del mar que compartimos me sustenta los tobillos cuando se acerca el momento de volar.

Sin vértigos :)

Anónimo dijo...

¿Vaya! ¿Leí sonreír?...
Está empezando a gustarme un poco más el tono de tus letras.

Beeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeso