31 de enero de 2005

Acuse de recibo

Estás rodeada de gente más rápida que yo en tender sus gabardinas en tus charcos para que no te mojes. La mesa está llena de papeles que intentan pronunciarte en tardes breves como gotas de lluvia. Cada surco de mis manos guarda un trocito de todo aquello que te debo, ese chico con ojos de árbol que leía en el metro y no se bajaba en ninguna estación, y el calor que da una habitación tapizada con sueños de Hollywood. Dibujos de niño pequeño, letras entrelazadas y caligrafía redonda. Vimos un coche solitario atravesando la autopista y de fondo siempre sonaba tu canción y la mía. Los tipos más duros y resistentes están alargando la despedida como si supieran lo que se esconde detrás de la puerta tres. Nuestros disfraces no son necesarios cuando conseguimos sobrevolar la irrealidad desde tus hojas en blanco y mis soles amarillos. Aunque ya no nos quedan hoteles con todo pagado, cada "cerca" es una declaración de intenciones con sabor a palomitas en los escalones de tu plaza. Recorriendo los mapas...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Looking for information and found it at this great site... North carolina local phone service Drowsiness of topamax Sports soccer campaigns bingo online