28 de julio de 2011

Morning song

Al final, nadie está interesado en los atajos que tomaste; tan sólo quieren verte sonreír cuando tu caballo cruce exhausto la línea de meta. Se trata de subir el volumen, dejar que el viento arrastre las cenizas bien lejos, y estirar los brazos hasta que al otro lado no quede ningún muro que derribar. Entonces tendremos que interpretar el papel de forajidos que nunca están dispuestos a perder las espinas para conseguir los pétalos. Todos los recuerdos tienen un brillo metálico si los desenterramos antes de el sol caiga, y no hay arena suficiente para que pongamos el título en juego. Vamos a enrocarnos hasta quedarnos dormidos;tal vez sea la única manera de que la onda expansiva pase de largo.

3 comentarios:

Salomé dijo...

Esconderse siempre es buena opción si es el escondite es compartido.

Muás.

Beauséant dijo...

la onda expansiva nunca pasa de largo, esa es una lección complicada de aprender, pero si nos pilla dormidos quizás todo sea más llevadero...

peter dijo...

si te escondes con alguien no es esconderse, es compartir un secreto.